Esta es la cantidad de agua que constituye entre el 60% y el 70% de nuestro cuerpo y es un elemento vital para nuestro cuerpo. Pero, ¿por qué es tan necesario? ¿Como funciona? y ¿cómo consumirlo para aprovechar al máximo sus beneficios? Esto es lo que veremos en este artículo.
¿CUÁNDO DEBE BEBER AGUA?
Es importante no esperar hasta tener sed para beber, es un buen hábito beber pequeñas cantidades a lo largo del día. De hecho, es mejor beber con regularidad y en pequeños sorbos que en grandes cantidades a baja frecuencia. Es más cómodo para el estómago y la comodidad digestiva.
Las mujeres embarazadas propensas a las náuseas pueden limitar su malestar evitando beber durante y cerca de las comidas.
Para los atletas, el Colegio Estadounidense de Medicina Deportiva recomienda beber medio litro unas 2 horas antes de una actividad y luego continuar bebiendo regularmente durante toda la sesión. deporte, preferiblemente agua dulce (entre 15 ° C y 22 ° C). En el caso de una actividad intensiva que dure más de una hora, se recomienda consumir una bebida energética para recargar el organismo de carbohidratos, sodio y potasio.
¿QUÉ PASA CUANDO BEBES DEMASIADA AGUA?
Aparte de algunos casos raros de problemas sanguíneos encontrados en corredores de maratón o ciclistas durante eventos deportivos intensos, el consumo excesivo de agua no presenta ningún peligro para la salud.
Sin embargo, es recomendable estar atentos porque más allá de los 5 litros de agua al día sin esfuerzo físico, el agua disminuye la concentración de sodio en la sangre, lo que puede provocar en los casos más graves el edema cerebral. .
Además, beber demasiada agua puede ser un signo de diabetes. En cualquier caso, en caso de un consumo muy elevado, es recomendable consultar a un médico para asegurarse de que esto no presenta ningún riesgo para su salud.
¿QUÉ PASA CUANDO NO BEBES SUFICIENTE AGUA?
La ingesta insuficiente de agua conduce a la deshidratación. Una pérdida de agua del 1% al 2% de su peso corporal significa que el cuerpo ya está deshidratado.
Algunos signos como orina oscura, boca y garganta secas, mareos, cansancio y sequedad de la piel pueden alertarlo sobre una posible deshidratación.
Y si la pérdida de agua alcanza entre el 15% y el 20% de su peso corporal, la deshidratación se considera un problema y presenta graves riesgos para la salud. Por eso es fundamental vigilar a los bebés en busca de diarrea e hidratarlos con mucha regularidad. Los ancianos también son propensos a la deshidratación porque sienten menos sed que los adultos.